Este proyecto se implementó en un terreno ubicado en la cima de una montaña, ofreciendo increíbles vistas al mar y a los picos nevados de otras montañas. La casa se integró perfectamente en la topografía montañosa, donde el nivel inferior sirve como garaje y zona de almacenamiento.
La planta baja combina sala de estar, cocina y comedor, lo que conduce a un nivel de terraza que combina armoniosamente con el espacio habitable. También en esta planta se encuentra un baño de visitas, vestidor y estudio. En el segundo piso se encuentran los dormitorios, cada uno de los cuales está equipado con vestidor y baño propio.
La fachada de la casa está realizada con ladrillos klinker en formato de montante, fabricados bajo pedido exclusivo en colaboración con la fábrica Piera Ceramica de Barcelona . La decoración de la fachada también utiliza elementos y estructuras fabricados en acero Corten.
